ACTUACIONES PERTINENTES PARA IMPLICAR A LA FAMILIA
Y CON LA FAMILIA... ¿QUÉ HAGO?
La implicación de la familia como instrumento de mejora
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1. Introducción: la colaboración
como instrumento de mejora
La
investigación ha demostrado la importancia de la colaboración en las
actividades de enseñanza, por lo que el maestro no debe actuar en solitario,
separado del marco en que se desenvuelve, al margen de los colegas con los
que trabaja ni distanciado de las familias de su alumnado. Si esto es así
para la enseñanza en general, cobra aún mayor importancia cuando se trata de
la enseñanza de niños o niñas que padecen algún trastorno que exige de por sí
un trabajo que conlleva un importante esfuerzo de colaboración
interinstitucional y multidisciplinar, como es el caso del alumnado afectado
de TDAH. Hay que evitar, por tanto, la tentación del aislamiento del
profesorado y fomentar el desarrollo de relaciones de colaboración, porque la
colaboración, y especialmente la colaboración con la familia, hace que el
tratamiento y la intervención sobre el niño o la niña sea lo más integral
posible, y esto repercutirá en un mayor beneficio del alumno/a afectado por
este trastorno. Un ambiente de colaboración siempre facilita la reflexión y,
como consecuencia, la generación de nuevos conocimientos y nuevas ideas que
nos ayudarán, tanto al profesorado como a la familia, a vislumbrar nuevos
caminos, a encontrar nuevas soluciones y a percibir diferentes contrastes y
matices que están fuera del alcance de unos y de otros cuando se actúa
independientemente.
La colaboración familia-centro hay que considerarla,
por tanto, como un imprescindible instrumento de mejora, aunque suponga un
gran esfuerzo institucional y personal. No cabe duda de que se debe procurar
a toda costa que la coordinación de tantas y tan distintas
áreas y personas implicadas tanto en el diagnóstico como en el tratamiento
del alumnado con TDAH sea todo lo eficaz que se pueda tanto desde el inicio de sus actuaciones en la búsqueda
de un diagnóstico acertado, como para evitar en lo posible, y desde el
principio, el desconcierto y la desorientación de las familias y su continuo
ir y venir de un despacho a otro y de unas consultas a otras, y, sobre todo
para implicar a la familia en el tratamiento multidisciplinar integral, que
todo alumno con TDAH necesita.
Efectivamente, a la hora de la verdad, los maestros
nos encontramos con que entre los padres y madres de nuestro alumnado los hay
desde los que se implican a fondo en los problemas de educación de sus hijos
hasta los que muestran muy escaso interés. Y si eso sucede con la educación
en general, ocurre lo mismo en el caso de niños o niñas que empiezan a
presentar determinados problemas de aprendizaje y/o de comportamiento. Hay
por tanto familias muy distintas que tienen también formas muy distintas de
enfrentarse a los problemas que pueden plantearse con la educación de sus
hijos, y esto ocurre también cuando hace falta enfrentarse con el Trastorno
de Déficit de Atención e Hiperactividad.
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2. Sospecha de TDAH
Teniendo
en cuenta la secuencia seguida por todos los protocolos de coordinación para
el TDAH, desde la fase primera (sospecha de TDAH), la
relación familia-centro es imprescindible, puesto que suele ser el tutor o
tutora quien advierte a la familia de la falta de atención y del deficiente
rendimiento de su hijo o hija, y, consecuentemente, es la familia la que se
pone en contacto con la tutoría al comprobar que ese escaso rendimiento puede
estar relacionado con la desatención y la particular conducta que ellos
mismos observan en su hijo/a. Recoger esta preocupación de la familia por
parte del tutor y canalizarla debidamente es una de las actuaciones
imprescindibles para iniciar el proceso necesario de atención al alumno que
presenta estos síntomas. Así, y una vez conocido el informe de la tutora, la familia podrá ponerse en contacto con los
servicios de atención médica con objeto de que se realice el correspondiente
diagnóstico clínico, implicándose de lleno desde el inicio del proceso de
atención requerida en estos casos.
En muchos casos la información del centro sirve de
alivio a los padres al entender que el comportamiento escolar de su hijo
puede deberse a un trastorno concreto al que se le puede buscar solución,
pero en otros casos suele suceder que la familia no quiere aceptar el
problema por considerar que son “cosas de la edad”,”incomprensión del
colegio”…y preferir esperar que pase el tiempo, el niño madure…, por lo que
en estos casos hay que insistir en la necesidad de afrontar este asunto
cuanto antes y en consultar con especialistas en el tema, porque el
perjudicado es el niño y porque el paso del tiempo juega en su contra.
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3. Diagnóstico
En esta otra fase protocolaria, en la
que tiene lugar la valoración de los expertos y la producción del
correspondiente diagnóstico de TDAH, es cuando hay que extremar el interés y
el esfuerzo por conseguir la mayor y mejor coordinación entre centro, familia
y personal sanitario. En esta sentido, las actuaciones conjuntas entre tutor
y familia en la fase de información previa al diagnóstico se deben centrar,
fundamentalmente, en la comprobación por ambas partes de las dificultades que
presenta el niño/a en los distintos ámbitos en los que se desenvuelve
(familia, colegio, amigos, barrio…) y en la descripción de su conducta, y,
una vez de acuerdo en estos extremos, se aunarán los esfuerzos en
proporcionar la información necesaria a los servicios que la soliciten para obtener
un mejor conocimiento de este niño/a.
Para conseguir la colaboración efectiva de
la familia en esta fase, es imprescindible llevar a su conocimiento y
comprensión que son absolutamente necesarios los datos aportados por la misma
en relación con su hijo, puesto que de estos datos va a depender en gran
medida el diagnóstico que se emita por los especialistas y el tratamiento
oportuno que derive de este diagnóstico.
Para estas primeras fases, puede ser muy
conveniente y de gran interés proporcionar a las familias afectadas
información a través de documentales y vídeos sobre TDAH, que se pueden
encontrar fácilmente en Internet.
Asimismo, y una vez producido el diagnóstico, podría tener para la familia especial interés el
visionado y comentario de vídeos sobre personajes famosos con TDAH, como
puede ser, por ejemplo, el referido al Dr. Rojas Marcos, por ser una personalidad tan popularmente conocida
no solo por sus publicaciones sino por su frecuente presencia en los medios
de comunicación de masas
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4. Tratamiento y evaluación de
actuaciones
Es en esta fase (fase de tratamiento y
evaluación de las actuaciones que el niño está recibiendo) en
la que se va a llevar a cabo una adaptación curricular en el centro y se va a
valorar el tratamiento a corto, medio y largo plazo, en la que debe colaborar muy directamente
la familia para ayudar al alumno a conseguir hábitos de trabajo y a modificar
su conducta, por lo que es muy importante diseñar y programar un plan de
coordinación que implique a la familia en el que se incluyan, entre otras las
siguientes actuaciones:
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Remitir a la
familia a alguna asociación de TDAH para que puedan ayudarla despejándole
dudas y liberándole de angustias;
-
establecer y
reforzar una buena comunicación entre centro escolar, servicios sanitarios y familia;
-
disponer de
los datos necesarios (teléfono, mail…) de todos los servicios implicados que
nos permitan hacer uso de una comunicación eficiente en caso necesario;
-
dar a conocer a
la familia la agenda de tareas del alumno y sus tiempos de realización, con
objeto de que colaboren en el cumplimiento de las mismas;
-
llevar a cabo
seminarios y proyectos de innovación con participación del profesorado y de
las familias donde se incluya la formación en TDAH.
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